Como os comentaba anteriormente en post previos, muchas novias el error de centrarse solo en los preparativos de la boda (espacio, detalles, vestido…) olvidándose de sí mismas.
Hay muchos aspectos en los que centrarse en estos momentos previos para lucir radiantes ese día, como la piel y el cabello. ¡Y también la sonrisa!
Cuidar de nuestros dientes es algo importante siempre, pero no conviene descuidarlo para nuestra boda, ya que las fotografías retratarán nuestras sonrisas ese día y quedarán para el recuerdo. Por eso, se hace necesario tener una boca sana.
Un punto a tener en cuenta es el color. El paso del tiempo y algunos alimentos como el té y el café hacen que nuestros dientes se oscurezcan. Nuestra boda puede ser la excusa perfecta para que cambiemos esto de una vez por todas.
Estoy segura que os gustará ver los resultados y luciréis radiantes ese día. ¡Y es que, como siempre digo, la sonrisa será vuestro mejor complemento!
Yo tenía claro que quería hacerme un blanqueamiento desde hacía tiempo, así que he visto en la boda la ocasión perfecta.
El requisito que tenía claro es que la clínica fuera de confianza. Y con la dentista Pilar Suja Engelmo de Dental Castellana encontré esto, además de profesionalidad y experiencia; y un trato cercano e inmejorable.
Lo primero que hizo fue analizar mi boca para valorar qué tipo de blanqueamiento dental me convenía e iba mejor. Me explicó que hay varias técnicas en función de muchos factores: si los dientes tiran más a amarillentos, marrones o grises, el tipo de paciente, su edad, hábitos, etc.
Aunque existen varios tipos, en mi caso, optó por una técnica mixta (ya que no soy fumadora y apenas bebo café), combinando una sesión previa en clínica con otras posteriores en casa.
Para ello, el primer día en la clínica me aplicó la pasta blanqueadora, que fue fijando con la lámpara y me hizo los dos moldes (uno para la parte superior de la boca y otro para la inferior). Me explicó que donde realmente se verá el resultado sería al final de todo el proceso, ya que en la clínica solo hicimos un previo.
Ese día también me facilitó las jeringas con la pasta que me tenía que aplicar en casa. El producto se da cuando nos vayamos a acostar y lo dejaremos actuar toda la noche, ya que es más efectivo porque las glándulas salivares también se encuentran en reposo y trabajan menos, por lo que el blanqueamiento penetra más en los dientes. Estuve 12 noches durmiendo con el aparato de arriba y 12 noches con el de abajo.
Pilar también me explicó que si algún día notaba más sensibilidad dental, que no me preocupara, que era normal. Y me dijo que para paliarla podía usar un dentífrico protector y suspender el tratamiento alguna noche alterna.
La verdad es que el proceso me ha resultado muy satisfactorio, me he sentido muy cómoda y el resultado final ha sido maravilloso. Dientes cuidados y blancos, perfectos para mi boda. No obstante, unos días antes me haré un “recordatorio”, para potenciar aún más el blanco en un día tan especial e importante.
Así que desde estas líneas os animo a todos: futuros novios, novias, familiares e invitados, a haceros un blanqueamiento dental. ¡Os va a encantar! Y es que: todos queremos volver a lucir sonrisa.
Además de blanqueamiento, en su clínica puedes hacerte otros tratamientos de salud, higiene y estética dental, como restauración de caries, implantes, prótesis, endodoncia, limpiezas… Su clínica (Dental Castellana) se encuentra en el Paseo de la Castellana 177 y te recibirán y atenderán de una forma increíble.
¡Gracias Pilar por devolver el blanco a mis dientes y por tu cercanía y saber hacer!