Muchas novias me escribís por Instagram para que os recomiende una persona que se encargue de vuestro peinado y maquillaje ese día.
Y no puedo hablaros de otra que no sea a la estilista Paloma Baena. El hecho de que sea estilista además hace que tenga un control y dominio total del tipo de look y estilo que se busca. Ella te asesora y se implica en el proceso. Asimismo, la considero una persona, muy cercana y cariñosa. ¡Y este feeling es básico!
Porque opciones hay muchas en el sector, hay muy buenos expertos, que pueden hacerte ese peinado a la última para que vayas perfecta. Lo complicado es aunar en la misma figura esa profesionalidad, talento y entrega con empatía y amabilidad.
Y todo eso es Paloma. Con ella me sentí a gusto, muy cómoda desde el primer momento, desde aquel primer mail de sondeo que la envié allá por 2019 (cuando David me pidió matrimonio).
Desde entonces, hemos hablado mucho, tanto por correo electrónico, por teléfono o whatsapp, para gestionar toda la operativa, para afianzar ideas…
Hasta que el pasado mes de junio (justo dos meses antes de la boda) realizamos la prueba de peinado y maquillaje en mi casa de Madrid. Día en el que me di cuenta de lo alineadas y compenetradas que estamos con todo (de hecho, opinábamos lo mismo de cómo tenía que ser el total look). Y afiancé la buena elección que había tenido con ella.
La siguiente vez que nos vimos fue ya en la Finca La Estación, en Otero de Herreros, donde nos alojamos y donde celebramos luego el almuerzo. Hasta allí se desplazó Paloma, junto a otros dos excelentes profesionales (como son Alberto Pastrana e Isabel Morales) que se encargaron de asesorar previamente, peinar y maquillar ese día a algunas de nuestras invitadas que así lo desearon.
Os voy a dejar algunas fotos (realizadas por Marina Palacios) de ese momento preparativos con Paloma de mi madre, hermana y míos durante mi #BodaDeseada. ¡Muchas gracias por atendernos y cuidarnos así de bien!
Muchas gracias a los 3 (Paloma, Alberto e Isabel) por vuestro talento, entrega y cercanía y por ayudarnos ese día. Nuestras invitadas terminaron encantadas. ¡Un placer!