Consejos y observaciones detectadas al haber pospuesto la boda
La verdad es que el Covid ha generado el mayor número de aplazamientos de bodas en masa de todos los tiempos. Hasta el momento, se habían producido por otras causas (separación de los contrayentes antes del enlace, situaciones familiares complicadas, etc), pero nunca antes habíamos sido testigos de algo así: masivo, en cadena y por una pandemia.
Lo cierto es que resulta bastante frustrante ver cómo, de golpe, se esfuma ante tí todo lo que habías estado preparando con cariño e ilusión durante un año. Un año invertido en cuerpo y alma en este proyecto. 365 días de espera, que no han culminado según lo previsto.
Y no es fácil de asumir ni gestionar, por mucho que tu entorno te quiera animar y te dedique frases de consuelo: – Habéis hecho lo correcto, un año pasa enseguida, verás cómo el año que viene la situación mejora… Entiendo su papel, pero ¿y el nuestro?
Por eso, hoy quiero acercarme a vosotros con algunos consejos y observaciones que he detectado al haber pospuesto la boda. Seguro que los que ya lo habéis hecho, os sentís identificados. Quizá de aquí a final de año (ojalá no) se produzcan más aplazamientos, por lo que a lo mejor os resulta útil conocer la forma en la que otros lo hemos hecho.
Aquí va mi decálogo:
- Una vez lo haces, no hay vuelta atrás. Por ello, hay que estar seguro antes de tomar la decisión y estudiar muy bien los pros y contras de cada una de las opciones. Os recomiendo hacer un análisis en detalle con todo lo que implica y ponerlo por escrito, ya que se ve e interioriza mejor.
- La boda es vuestra y la decisión también. Vuestros familiares y amigos podrán daros opiniones y consejos, pero la última palabra es vuestra. Si acertáis, lo hacéis vosotros. Si os equivocáis, también. Siempre es positivo escuchar, quedarse con lo que aporta y ayuda, pero hay que detectar lo que es ruido, y solo confunde.
- No te compares con otras parejas. Cada uno vive una situación. El hecho de que algunos opten por seguir adelante y otros por aplazar es una decisión muy personal, libre y lícita. Desde fuera, no se puede juzgar ni cuestionar.
- Avisa a todos los invitados y asegúrate que no se olvida ninguno. Este punto puede parecer evidente, pero cabe recordarlo porque muchas veces ocurre, sobre todo cuando estamos ante bodas numerosas de muchos invitados. Es muy importante comprobar que se ha avisado a todos ellos y que han tomado constancia del aplazamiento. Enviar el mensaje no es suficiente, hay que revisar que el receptor lo recibe.
- Utilizar una vía específica según la relación con cada uno de ellos ¡Y también según su edad! No es lo mismo informar del aplazamiento de la boda a tus familiares más directos, a los que seguramente se lo traslades en persona, que al resto de invitados, con los que utilizarás otras vías (llamada de teléfono, mensaje de Whatsapp…). La edad muchas veces determina la forma de hacerlo.
- Nuevas vías para comunicar el aplazamiento. Los amantes de los detalles que no quieren renunciar a ellos ni en un momento complicado como este, pueden comunicar esta noticia a través de otras fórmulas y herramientas, mucho más originales y personales, como una carta explicando tus sentimientos o un vídeo de Tik Tok o Reels anunciando la nueva fecha con un divertido baile.
- Actualiza (si la tienes) la web de tu boda. Cuando anuncias que pospones la boda, entras en un bajón que hace que dejes de pensar por un tiempo en todo lo relacionado con ella. Pero es importante que no te olvides de actualizar la web que con tanto cariño e ilusión creaste y que llevas actualizando con novedades durante un año. Recuerda que esta página sigue siendo el escaparate visible de tu enlace y que sigue comunicando acerca de vosotros y vuestro evento.
- Tristeza, miedo e inseguridad. Estaréis de acuerdo conmigo en que estos son los sentimientos que hemos experimentado este año y especialmente durante el momento en el que tuvimos que valorar el aplazar. Fueron días de nervios, de ansiedad, de llamadas con proveedores, de estar pegados a la actualidad… hasta que por fin llega la decisión y con ella, la liberación.
- Proveedores que se han hecho amigos y psicólogos. Lo que hemos vivido este año ha hecho que los novios de 2020 cambiemos la relación tradicional que se tenía entre proveedor y cliente. Durante la pandemia, nos hemos acercado a ellos desde otro punto de vista, mucho más íntimo y personal. Las parejas buscábamos en sus palabras consuelo y, sobre todo, esperanza. En nuestro caso, hemos acudido a ellos en numerosas ocasiones para preguntarles cómo veían la situación y desahogarnos, encontrando en ellos la cercanía de unos amigos y el apoyo emocional que necesitábamos.
- Hay que ser positivos. Tenemos que pensar que es un aplazamiento y no una cancelación. Hay que buscar el lado bueno de todo. Y esto también lo tiene. Siempre nos han dicho que disfrutemos del proceso porque pasa muy rápido. Tenemos ante nosotros la oportunidad de disfrutar de un momento que, por la situación por el Covid, se nos estaba arrebatando.
¿Con qué punto te sientes más identificado? ¡No dudes en compartirlo!
Considero que debemos ser positivos. Que la vida sigue, y que a pesar de la situación que estamos viviendo, también ocurren cosas bonitas alrededor. Cada buena noticia que nos llega, la celebramos con aún más alegría entre tanto malo que escuchamos cada día. Respecto al aplazamiento de la boda, nosotros estamos dándonos cuenta de que estamos complicándonos menos y aclarando muchas más cosas que antes. Y siendo quizá, más prácticos.
Un abrazo fuerte y mucho ánimo al resto de parejas 💛
Totalmente de acuerdo con tu mensaje. La situación nos ha hecho mucho más prácticos y que valoremos todo aún más. Gusta leer comentarios positivos que nos den fuerza y energía al resto de parejas. Espero que sigas participando en el blog! Un abrazo!
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