Alberto y Clara #YaSeHanCasado

Alberto y Clara son los protagonistas de la entrada de hoy.

Ambos son de Madrid, pero residen en Ámsterdam. Se conocieron en la Universidad, en segundo de carrera, de Biología.

Se casaron el pasado 13 de noviembre tras 11 años de relación. Lo hicieron en el Antiguo Convento de Boadilla, donde celebraron tanto la ceremonia, como banquete y fiesta.

Sus 155 invitados no dudaron en perderse un día tan especial para la pareja.

¡Os dejamos con su testimonio!

¿Cómo conociste el blog?

Teníamos que montar una boda desde el extranjero y al principio estábamos bastante perdidos, porque además éramos los primeros de nuestro grupo de amigos en comprometernos. Con las dificultades añadidas de la pandemia empecé a buscar ayuda en la comunidad de Instagram. Desde Holanda, donde vivimos, las cosas se vivieron de una manera muy diferente y necesitábamos conocer cómo se veía el sector nupcial afectado en España, y en concreto en Madrid. Un día por agosto encontré a @unabodadeseada, que no solo era amante de las bodas como yo (soy pastelera/decoradora de tartas y hago muchas tartas nupciales) sino que además era novia de pandemia (como nos han bautizado). Era el apoyo que necesitábamos, puesto que justo a finales de agosto, acabábamos de tomar la decisión de posponer nuestra boda. La fecha original era el 31/10/2020 justo 10 años después de nuestro primer beso, pero el COVID nos obligó a posponerla. Los posts del blog nos sirvieron de ayuda en la toma de algunas decisiones y las historias y los testimonios nos daban esperanzas para seguir adelante con la celebración. ¡Mil gracias Beatriz por tu ayuda!

Habéis sido una de las parejas valientes que han seguido adelante con la boda ¿Cómo recuerdas ese día?

Aunque suene a cliché nuestro día fue PERFECTO. No estuve nerviosa en ningún momento del día y me propuse disfrutar de cada instante desde que me despertase. Fue una boda llena de amor, sorpresas y diversión.

La ceremonia civil la oficiaba una amiga nuestra con partes en español y partes en inglés, para que los invitados internacionales pudieran seguir lo que ocurría. Hubo discursos de familiares y amigos que nos hicieron reír y llorar de alegría. Fue súper personal y a todo el mundo le encantó.

La comida fue un éxito rotundo. Nuestros invitados aún hablan de algunos de los canapés del cóctel y al parecer el menú vegano fue delicioso.

Pero lo mejor fue la fiesta. Ver a todo el mundo, familiares, amigos compañeros del trabajo, celebrando juntos y felices; gente que no se conocía hasta ese día hablando, bailando, haciéndose fotos, fue el mejor regalo.

¿A qué medidas en materia de movilidad, aforo y barra libre os habéis tenido que acoger?

Nosotros tuvimos la suerte de que nuestro lugar de celebración contaba con espacios muy amplios y no nos vimos afectados en tema aforo. El baile ya estaba permitido en noviembre en Madrid. Todos nuestros invitados estaban vacunados y podemos celebrar que después de la boda no hubo ningún infectado.

¿Cambiarías alguna cosa o lo harías todo tal cual?

Lo único que los dos pensamos que habríamos hecho distinto es la hora de la boda. Nuestra boda era de tarde/noche. Normalmente esas bodas empiezan a las 6 con la ceremonia. Nosotros hicimos ceremonia civil en el mismo lugar donde luego haríamos la celebración. El problema es que no nos dejaban empezar hasta las 8. Intentamos que nos dejaran adelantarlo 2 horas, para poder comenzar con la ceremonia civil antes de que se hiciera de noche, pero por la pandemia tenían que hacer más de una boda al día y era imposible adelantarlo, puesto que había una boda a medio día y no les daba tiempo a montarlo.

El único problema es que toda la boda fue de noche. A mi esto me tiraba un poco para atrás, pero Alberto, que siempre ve el lado positivo a todo, decidió que podíamos utilizarlo en nuestro beneficio y llenarlo todo de bombillitas y luces de velas, que nos encanta, y hacerlo todo muy romántico. Nuestros fotógrafos lo tuvieron un poco difícil por la falta de luz, pero hicieron un trabajo espectacular. Fue precioso y no me arrepiento, salvo porque se me hizo demasiado corto.

Otro tema que a lo mejor ahora haríamos diferente es que salimos de luna de miel al día siguiente de la boda. En nuestra cabeza funcionaba porque perdíamos casi un día volando, y dijimos “pues aprovechamos y dormimos en el avión”. En realidad, levantarte a las 10 cuando te has ido a la cama a las 7 y marcharte al aeropuerto se hizo un poco difícil. Tardamos 16 horas en llegar a nuestro destino y estábamos muertos.

¿Qué fue lo más tedioso del proceso de preparación y organización? ¿Y lo que menos?

La verdad es que somos unos afortunados y el Antiguo Convento de Boadilla se vuelca con la organización de sus bodas al mismo nivel que lo haría un wedding planner. Todo fue fácil con ellos. Diría que lo más tedioso fue conseguir que los invitaros confirmasen a tiempo la asistencia. La gente parece no darse cuenta de que es necesario saber quien va a asistir y quién no para montar las mesas (en nuestro caso teníamos 2 seating plan previstos en función de las restricciones), encargar los detallitos, contratar el autobús, o organizar los menús.

Por otro lado, como las invitaciones normalmente se llevan un buen pellizco del presupuesto de la boda, decidimos realizarlas nosotros mismos. De hecho, las hicimos dos veces por haber tenido que posponer. Lógicamente, no somos diseñadores gráficos ni mucho menos, y nos llevaron bastante tiempo. Pero debo decir que nos quedaron muy bien, compramos papel reciclado bonito y unos sobres preciosos reciclados en verde olivo (el color de nuestra boda) y todo el mundo quedó sorprendido con el resultado.

Lo que menos nos costó fue encontrar los proveedores. El Convento de Boadilla nos dio un listado de floristas, fotógrafos y decoradores, donde encontramos profesionales estupendos.

El sueño de toda novia es su vestido. Háblanos del tuyo

Cuando empezamos con los preparativos y nos marcamos el presupuesto, yo decidí que por mucho que hubiera soñado desde niña con mi vestido de novia no iba a dejar que se llevara un pellizco gordo de ese montante. Mi prioridad estaba en que la gente pasara una noche fantástica y el vestido para mi quedó en segundo plano.

Me compré un vestido por internet por 80€. Cuando mi madre lo vio se le cayó el alma a los pies. Ella no tuvo una boda de cuento por las circunstancias, pero quería que yo tuviera la mía. Quería que viviésemos juntas el momento prueba de vestidos y la emoción de encontrar “el vestido”. Me obligó a pedir cita en una tienda de moda nupcial y me dijo que su regalo de boda sería el vestido.

Yo no quería que mi madre se gastase un dineral en el vestido, así que pedí cita en un outlet nupcial. La experiencia no pudo ser mejor. Nos sentamos a ver fotos y fotos de vestidos y tomaron nota de las cosas que me gustaban y las que no. Me trajeron varios vestidos para probarme. El segundo vestido que me trajeron me encantaba, pero nunca pensé que sería el vestido para mí. Soy una chica pequeñita y con curvas, y por mucho que adelgace mi barriguita y caderas no me abandonan, así que ni en mis mejores sueños me veía yo con un vestido de corte sirena. Fue ponérmelo y saber que era MI VESTIDO. En la vida me he visto tan guapa. Era el vestido de mis sueños. En crepe, manga larga, escote barco por delante y espalda en pico, sin mucha cola, con un pequeño detalle de bordado en la cintura y súper cómodo. Me estilizaba y parecía hecho para mí. Tuve que comerme mis palabras y tragarme el orgullo y meter en el armario el vestido de internet.

Habéis sido una de las parejas valientes, que ha decidido seguir adelante con el enlace a pesar de la situación. ¿Cómo habéis vivido el proceso? ¿Os costó mucho tomar la decisión?

La decisión de posponer la primera fecha no fue difícil porque sabíamos que era lo correcto. Fue algo agridulce porque habíamos fijado la boda para el día de nuestro décimo aniversario. Nos daríamos el “si quiero” 10 años después de nuestro primer beso, el 31 de octubre de 2020. Pero la tranquilidad de celebrar la boda en un ambiente seguro y sin tener que renunciar a celebrarlo con toda nuestra gente merece la pena.

Tuvimos que posponer la primera fecha por la vuelta a las restricciones por la altísima incidencia que había después del verano. En noviembre falleció mi tío, que era como un segundo padre para mí. Perdí todas las ganas de celebrar nada, y me costó mucho (aún me cuesta) superarlo. Gracias al amor y apoyo de familiares y amigos recuperé la ilusión por la boda y nos pusimos manos a la obra de nuevo, con una nueva fecha: 13 de noviembre de 2021.

El 1 de noviembre yo volaba a Madrid desde Ámsterdam para los últimos preparativos antes de la boda. Dos días antes de llegar mi padre era ingresado en urgencias. Mi padre tiene un tipo de demencia similar al Alzheimer. Le ingresaron con convulsiones, fallo respiratorio, y sin esperanzas de que saliera del hospital y a mi madre le dijeron que se mentalizara de que no saldría de ésta. De nuevo la boda quedó totalmente en un segundo plano para nosotros. Lo único importante era mi padre. Gracias a Dios, los milagros existen y sé que mi tío desde el cielo le protegió. Mi padre salió del hospital y cada día iba mostrando pequeñas señales de mejora.

Como teníamos muchos invitados que venían desde el extranjero y que tenían pagados los vuelos y alojamiento, y como mi padre estaba un poquito mejor, decidimos seguir adelante con la boda, pero casi sin ganas ni emoción por ello. Después de 2 años comprometidos, el día se acercaba, pero para nosotros se había convertido en un trámite, no una celebración.

Sin embargo, el día llegó. Nunca en mi vida he sentido tanto amor como ese día. Sentir el cariño de tanta gente concentrada en un mismo lugar, gente que se traslada solamente para compartir contigo tu felicidad, eso no tiene nada que se le pueda comparar. Gracias a la boda, al ambiente de amor que se respiraba en ella volví a ser feliz. No se explicarlo mejor, pero tanto mi madre como mi marido y yo lo sentimos, y levantó nuestro espíritu en un momento en el que pensábamos que no había salida.

Cuéntanos alguna anécdota de vuestro gran día.

Para el novio, sin duda, la anécdota sería que durante sus preparativos su casa parecía una peli de Almodóvar jajaja. Su padre perdió la camisa del traje y tuvo que ir a comprar una. Al ir a plancharla la manchó y tuvo que lavarla y plancharla de nuevo. Cuando la madre vio la camisa “planchada” puso voz en grito, porque al parecer era un desastre. Y toda esa escena fue recogida en fotos como fondo mientras el novio se arreglaba.

Para mi, el mejor momento fue justo al final. El Dj pone la última canción de la boda. Aún quedaba muchísima gente, cosa que no me esperaba porque eran ya las 6 de la mañana, pero daba la sensación de que aun quedaba toda la noche por delante. Ponen “un beso y una flor” de Nino Bravo, y al instante todos nos abrazamos haciendo un corro gigante y cantamos la canción abrazados, incluso la gente extranjera que no entendía la letra. Fue el broche final perfecto. Un resumen del amor y cariño, de la alegría que vivimos ese día.

¿Qué les dirías a todas aquellos novios que han optado por aplazar su boda?

Creo que lo más importante el día de tu boda es DISFRUTAR. Y lo pongo en mayúsculas porque mucha gente se olvida de ello durante el proceso. Si la situación y circunstancias no os hacen sentir cómodos, u os hacen prescindir de gente esencial en vuestro día, no hay ningún problema en posponer. Una boda es algo que solamente planeas hacer una vez en tu vida y como pareja merecéis que sea todo lo que habéis soñado que sea, y más. La gente que os quiere lo entenderá y estará a vuestro lado para apoyaros.

Mi mensaje final para todas las futuras parejas que se casen es: sed fieles a vosotros mismos y no perdáis de vista lo importante en la boda. Para nosotros lo esencial fue, es y será la familia (la que te toca y la que eliges, porque los amigos son familia!).

Cuéntanos cómo viviste estos momentos de la boda:

Tus preparativos

Estuve súper tranquila. Estábamos mi madre y yo solitas, con mi estilista, los fotógrafos y nuestro Moët & Chandon (nuestra tradición en las celebraciones). Mientras me arreglaba, me llegaron unas flores preciosas de una amiga que no podía venir a la boda. Mi padre y mi tío no estarían conmigo el día de mi boda, pero yo los llevé presentes y me acompañaron en mi camino al altar. Llevé un pisa corbatas de mi tío en el pelo a modo de horquilla, y llevé un gemelo y un pañuelo de mi padre con sus iniciales grabadas. Sé que iban los dos caminando con mi madre y conmigo, y aunque a día de hoy mi padre no me reconoce, sé que en alguna parte de su corazón se alegra por nosotros y esta feliz por nuestro matrimonio.

Tu llegada a la ceremonia y encuentro con tu pareja

Mi camino al altar lo hice con la música de Cinema Paradiso de Ennio Morricone, del brazo de mi madre, muertas de risa, como no podía ser de otra forma. Cuando vi a Alberto esperando en el altar no vi nada ni nadie más. Solamente le veía a él. ¡Estaba tan emocionado! Cuando llegamos al altar mi madre le dio un beso y luego me dio él a mi un beso en la mejilla y me agarró fuerte de la mano.

La salida de la ceremonia como marido y mujer

La salida fue un momento precioso. Al son de la canción “Married life” de la banda sonora de Up, salimos al patio de armas del convento donde todos nuestros invitados habían hecho un pasillo y nos iban tirando pétalos y besos a nuestro paso. Fue un momento que nunca olvidaré.

¿Qué detalles tuvisteis con vuestros invitados?

Hicimos un regalo solidario con la Fundación Theodora. Con la donación, nos dieron unas narices de payaso de colorines que a la gente les encantó y se pusieron desde la cena hasta el baile. A los niños les dimos una mochila para colorear con ceras de colores.

A mi suegra, la abuela de Alberto y a mi madre les quisimos hacer un regalo especial. Meses antes de la boda recogimos flores de la zona de bosque de al lado de nuestra casa en Ámstedam, y las prensamos. Imprimimos nuestras fotos favoritas con ellas, una para cada una y les montamos un marco díptico con las flores secas, la foto y un poema que nos recordara a ellas. Todo lo hicimos nosotros y eso, creo yo, contribuyó a que les gustara aún más la sorpresa.

Momento ramo de la novia

El ramo me lo hice yo. Tenía una idea clarísima desde hace años de cómo quería mi ramo y tras hablar con varias floristerías y pedir presupuestos, me di cuenta de que yo misma podía comprar las flores preservadas de gran calidad (que compré en Columelas en Madrid) y montar el ramo que yo tenía en mi cabeza. Al ser de flor preservada yo conservo mi ramo, por lo que hice también 4 réplicas para repartir a 2 parejas de amigos que se casaban después que nosotros, y otras 2 que esperamos se animen a casarse en un futuro próximo. Lo repartimos al ritmo de la canción “I believe in a thing called love”.

Baile nupcial

Bailamos nuestra canción, “The first day of my life” de The Bright Eyes. No es una canción muy conocida ni demasiado bailable. Mensaje para otros novios: ¡que no os importe! Para nosotros no pudo ser mejor. Nos balanceamos al ritmo de la música y nos la cantamos el uno al otro, puesto que adoramos la letra de la canción. A la gente le pareció precioso, íntimo y muy muy nosotros. Nos aseguramos de escoger también la segunda canción para asegurarnos de animar bien a la gente a bailar. Cuando acabó nuestro baile, sonó “Shut up and dance” y sacamos a la gente a la pista. Un momento de subidón brutal.

¿Habéis hecho viaje de novios? ¿Dónde, cómo ha sido?

Nos fuimos a Maldivas una semana. ¡Fue espectacular! Era el descanso que necesitamos. Lo reservamos todo nosotros mismos, con cancelación gratuita hasta 3 días antes, así ocurría cualquier cosa sabíamos que había flexibilidad. Reservamos una villa sobre el agua en un eco resort pequeño llamado Coco Palm Dhuni Kolhu. Vimos muchísima vida marina (tortugas, mantas, tiburones…) haciendo snorkel y desde nuestra terraza de la villa. La comida era fantástica, con mucho pescado fresco cocinado al momento, y mucha receta típica de Maldivas y de países cercanos (India, Sri Lanka, Indonesia…). Además, el hotel tenía centro de buceo, spa maravilloso en medio de la selva (hicimos una sesión en pareja con peeling corporal, masaje, baño bajo las estrellas, y masaje de pies) y un centro de recuperación de tortugas marinas. Un acierto total para nosotros y teniendo en cuenta los pocos días de vacaciones con los que contábamos.

También han compartido los nombres de los proveedores en los que confiaron para su gran día.

  • Vestido: @houseofstpatrick @antonellanovias
  • Zapatos: @uniqshoes
  • Peinado: @oui_novias @monicagarciareinoso y preparación del pelo y color en @shakti_peluqueria_saludable
  • Maquillaje: @oui_novias @monicagarciareinoso
  • Peinetas: llevé un pisacorbatas de mi tío, herencia familiar
  • Pendientes: @pdpaola_jewelry
  • Alianzas: hechas por el abuelo de mi marido
  • Traje novio: @latrajeria_madrid
  • Finca: @elantiguoconvento
  • Catering: @elantiguoconvento
  • Flores: @bonsaifloristasfloraldesign
  • Fotografía: @weare_wedding
  • Vídeo: @weare_wedding
  • Decoración: @encajeyplumeti

Muchas gracias chicos por haber compartido con tanto detalle y cariño vuestro gran día con los lectores del blog Una Boda Deseada.

Os deseamos mucha felicidad, salud y amor en esta nueva etapa juntos.

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