No quiero que este blog se convierta en un espacio que refleje negativismo, ni mucho menos. Desde que arranqué con él, siempre he intentado ofrecer una visión lo más positiva posible de la situación que vivimos hoy en día. A pesar de que hayamos tenido que aplazar y sortear algunos obstáculos en estas Bodas del Covid.
Pero soy una persona realista y pragmática. Me gusta valorar previamente todos los posibles escenarios, por lo que pueda pasar, para intentar estar preparada ante cualquier situación e imprevisto. Supongo que esto me viene por mi profesión. Soy periodista, y trabajo como consultora de comunicación, donde tienes que tener una alta capacidad de adaptación frente a diferentes circunstancias.
Por eso, hoy me gustaría establecer diferentes supuestos que nos pueden afectar en futuras bodas y cómo creo que podemos hacer frente a cada una de ellas:
Ser resolutivos y actuar con rapidez.
Si uno de nuestros proveedores tiene que estar confinado o cae enfermo, deberemos actuar con rapidez. Seleccionar un plan lo antes posible para evitar agobios y que podáis estar tranquilos. El boca a boca siempre ayuda en estos casos, donde lo importante es la premura y que sintáis la confianza suficiente en esta segunda decisión. También podéis acudir a las RRSS para preguntar, ya que suele ser rápido y efectivo.
Limitaciones en la movilidad.
Ya las estamos sufriendo, pero en los próximos meses se espera que las autoridades sigan limitando las salidas y entradas a diferentes ciudades. El Gobierno ha anunciado que los confinamientos serán menos duraderos pero más estrictos. Otro problema al que nos enfrentamos es que el escenario cambia cada día, lo que complica poder tomar decisiones con margen de tiempo. Puede que alguna de estas medidas afecte a la llegada de algunos invitados a vuestro enlace, tanto a nivel nacional como internacional. El único posible consejo aquí es contar con la flexibilidad de los proveedores, que hasta el día antes de la boda tendrán que adaptarse a las circunstancias. Pero para vuestra tranquilidad os diré que en este aspecto no suele haber problema y todos se adecúan. Una pandemia es algo excepcional que nos afecta a todos, por lo que la humanidad debe estar por encima de todo.
Tener la mente abierta y gran capacidad de adaptación.
Es importante no cerrarse en una idea predeterminada de la que no podemos salirnos. Una cosa es el deseo inicial y otra la realidad final. Tristemente no podemos controlar esto. Y menos ahora. Por eso, debemos tener “cintura”, ser flexibles y demostrar que tenemos gran capacidad para poder cambiar de planes ante cualquier realidad.
La tecnología puede acercar vuestra boda a cualquier persona.
Si hay algún familiar mayor o grupo de riesgo que no puede acudir a vuestro enlace, pero queréis que sea testigo de vuestra unión ese día, encontraréis en la tecnología a vuestra gran aliada. Y es que cada vez son más los novios que deciden retransmitir su boda en directo a través de alguna plataforma como videollamada o FaceTime. Sabemos que no es lo mismo, pero estamos seguros que os hará felices saber que, por lo menos, esa persona especial puede seguir de cerca vuestro emotivo “sí, quiero”, aunque sea desde la distancia. ¡No hay nada que supla un abrazo y un beso, pero tenemos que adaptarnos!
Respetar siempre la decisión personal de cada invitado.
No debe molestarnos que haya invitados que tengan miedo y que decidan no venir a nuestra boda. Hay que apelar a la libertad y responsabilidad individual y no podemos sentirnos mal porque haya gente importante para nosotros que decida no venir. Debemos aceptarlo. Cada caso es un mundo, cada situación diferente y muchas personas continúan paralizada por el miedo. Soy partidaria de que hay que seguir viviendo, siempre con responsabilidad, cautela y prudencia. Pero hay que respetar cada visión y opinión.
Hoy queremos preguntaros si os habéis tenido que enfrentar ya a algún obstáculo en este sentido y como lo habéis resuelto. ¡Os leemos!
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