Hoy 14 de agosto se cumple el primer aniversario de nuestra Boda Deseada. Y quiero hacer un pequeño repaso por el que fue nuestro gran día:
El pasado año, tal día como hoy, nos encontrábamos junto a nuestros familiares y amigos en Otero de Herreros, una localidad de Segovia de unos 800 habitantes, donde se ubica el espacio en el que quisimos celebrar nuestro enlace: La Finca La Estación. Un lugar diferente, único, original, muy especial y con mucha magia. Un lugar con mucho significado y simbolismo, ya que se trata de una antigua fábrica de ladrillo, en un entorno maravilloso, ya que además cuenta con una estación de tren.
Además del lugar, teníamos el resto de ingredientes: invitados que vinieron de diferentes partes (Portugal, Madrid, Cantabria, Ciudad Real, Valladolid, Ávila, León, Palencia, etc) con ganas de pasarlo en grande. Una familia entregada y dispuesta a ayudar en todo. Amigos con muchas ganas de diversión. Proveedores fantásticos, que nos hicieron todo muy sencillo desde el primer momento. Y, sobre todo, dos novios entregados a su amor, a su gran día, a sus invitados, a que todo saliera bien, dispuestos a generar un buen ambiente que hiciera las delicias de la boda. Y es que, como decimos siempre, para nosotros lo más importante en una boda es la actitud de los novios, su espíritu. Eso es lo que marca, sin duda, la diferencia.
Nuestra Boda Deseada fue una jornada muy especial desde primera hora de la mañana (aunque en realidad lo fue ya desde el día de antes, en el que organizamos una barbacoa en el jardín de la finca) ya que teníamos a todos nuestros invitados alojados juntos, por lo que fue muy bonito verles juntos disfrutar del desayuno, tener a todas las chicas y mujeres juntas en la misma peluquería preparando su pelo y maquillaje. Para ello, confiamos en las manos de la gran estilista Paloma Baena y su equipo. ¡Un gran acierto!
La boda iba a ser por la tarde, pero por la pandemia, semanas antes, tuvimos que cambiarla a por la mañana. ¡Y la verdad es que fue la mejor decisión y nos encantó el resultado! De hecho, siempre nos habían gustado más las bodas de tarde-noche, pero es cierto que en las de mañana el día cunde mucho más, por lo que ahora preferimos las de día, ya que se disfruta desde primera hora de todo. Además, no hay que renunciar a la fiesta, sino que se disponen de más horas para ello.
Recuerdo que esa mañana me desperté muy temprano. Las ganas me invadían y los nervios estaban a flor de piel. Después de ir por los alojamientos para ver a todos los invitados, comencé con los preparativos, junto a mi madre y hermana, en la habitación de la novia de la finca. Siempre recordaré que Paloma me preguntó qué música quería de fondo mientras me peinaba y maquillaba. Optamos por Frank Sinatra. Siempre lo recordaré como la “banda sonora” de ese momento. Mientras tanto, la gran fotógrafa Marina Palacios (que tiene un enorme talento) inmortalizaba todos esos momentos previos, junto a mis padres y hermana. También me sorprendió una gran amiga trayendo a la habitación champagne para poder brindar juntas. ¡Gracias Alex por la sorpresa!
El momento de ponerme el vestido y verme de forma “completa” fue único. Seguro que el resto de novias me entenderéis. Cuando vas a las pruebas de vestido y demás, no te ves totalmente. Ese momento de encontrarte frente al espejo con todo: vestido, zapatos, velo, maquillaje, ramo… es muy emocionante. Para mi primer vestido opté por la diseñadora Raquel Ferreiro, que supo captar desde el primer momento lo que yo buscaba: una pieza sencilla, clásica, pero con un punto minimalista, un diseño atemporal, discreto, pero especial.
Después llegó el momento de ir a la Ermita Virgen de la Adrada, que estuvo decorada por las manos de la florista Diana de Loving Lavanda, que nos la dejó preciosa. Para mí, uno de los momentos más especiales que viví este día fue mi entrada y poder ver al fondo la cara de emoción David y lo guapo que estaba.
Tras la ceremonia, en la que personas muy importantes para nosotros, leyeron y nos dedicaron unas preciosas palabras, recibimos las felicitaciones de todos los nuestros y realizamos junto a Marina Palacios la sesión de fotos. Una sesión que fue muy efectiva y rápida (tal y como queríamos), ya que gracias a su profesionalidad y a la sesión preboda, fuimos muy seguros.
Cuando llegamos a la Finca La Estación, nuestros invitados ya estaban disfrutando del cóctel en el patio, realizado por Artigot y del ritmo del grupo cubano Los D´orlando, que animaron este momento a base de sones, habaneras y guarachas.
Una de las anécdotas del enlace fue que, a pesar de ser un fin de semana con una tremenda ola de calor, justo antes de finalizar el cóctel, cayó un chaparrón tremendo, que hizo refrescar el ambiente y que todos bailáramos bajo la lluvia. ¡Un instante único que todos nuestros invitados nos siguen recordando a día de hoy como un rato muy divertido!
También recuerdo nuestra entrada al salón para el almuerzo bailando y brincando al ritmo de Avicci, momento en el que todos nuestros invitados nos recibieron con gran entusiasmo. ¡Comenzaba así el banquete!
Durante el banquete, elaborado también por Artigot, recibimos varias sorpresas (como un bonito vídeo con fotos de nuestra historia, de familiares y amigos) y otros detalles. También entregamos ramos de flores a las mujeres de nuestra vida y unas botellas de ron a nuestros padres.
Llegó el momento de cambiarme y ponerme mi segundo vestido, un diseño de Mariló de De Arroyo Atelier. Una mujer muy inspiradora, con enorme talento y profesionalidad, que supo proponerme y crear el vestido de mis sueños. Yo siempre había querido tener dos trajes el día de mi boda, y así lo hice.
Gracias a la fotógrafa Marina Palacios, que tuvo la gran idea de que David fuera el primero en verme con el segundo vestido y que lo hiciéramos en privado, tenemos hoy fotos tan bonitas como estas. ¡Siempre recordaré ese encuentro!
Tras él, acudimos a la pista, donde nos esperaban nuestros invitados para abrir el baile. Lo hicimos con la canción “September”, con la que animamos a todo el mundo a darlo todo. También pusimos photocall y una recena en la parte final de la fiesta para recargar pilas.
La noche terminó a altas horas en el jardín de la finca disfrutando de la música, copas. E incluso de un baño nocturno en la piscina. ¡Fue genial! Volveríamos a repetir todo tal cual, no cambiaríamos nada. Nuestra Boda Deseada superó con creces nuestras expectativas.
Gracias a todos los que lo hicisteis posible: familia, amigos, proveedores. Todos. Hicisteis que este día fuera el mejor de nuestras vidas.
Gracias también a todos los lectores del blog y seguidores de Instagram que a día de hoy nos seguís escribiendo para darnos la enhorabuena, decirnos que nuestra boda fue preciosa y pedirnos opiniones y consejos.
Pero, sobre todo, gracias a David por hacer de este primer año de casados un año maravilloso. ¡A por muchos más a tu lado! Te adoro.
Y ya, para terminar, os quiero dejar algunas fotos de nuestra Boda Deseada.
Novia
Look 1 (ceremonia)
- Vestido novia: Raquel Ferreiro
- Zapatos: Gloria Ortiz
- Pendientes: Acus complementos
- Tocado: La Unike Novias
- Alianzas y anillo pedida: Suárez
Look 2 (fiesta)
- Vestido novia: De Arroyo. Atelier
- Zapatos: Jorge Larrañaga
- Pendientes: La Unike Novias
- Muah boda: Paloma Baena
- Preparación y cuidado cabello previo: Ma Belle Salon
- Preparación piel: cosméticos Paquita Ors
- Blanqueamiento dental: Dental Castellana
- Bata y camisón: Lena&Lena
- Body: Le Bratelier
Novio
- Total look: Félix Ramiro
Padrino y padre de la novia:
- Total look: Suits Sastrería
Logística
- Finca: La Estación
- Catering: Artigot
- Ermita: Virgen de la Adrada en Otero de Herreros
- Fotografía y vídeo: Marina Palacios
- Flores Ermita: Loving Lavanda
- Luces y sonido: High Volume
- Música en directo: Los D´Orlando
- Photocall: Oh la la fotomatón
- Invitaciones: Cristina Quidiello
- Detalles: Nuptalia y Entre cestas y faroles
- Catering preboda y reboda: Rosini catering
- Alojamientos invitados: Sierra Baja (Otero de Herreros) y hotel Segovia Sierra (Los Ángeles de San Rafael)