Aquí seguimos de nuevo, tras unos días de relax y desconexión (muy necesarios, por cierto).
La verdad es que los novios del Covid me entenderéis a la perfección. Organizar una boda en tiempos de pandemia es el doble de complicado y dificultoso que en una situación normal.
Los nervios, la angustia y la incertidumbre provocan mucho estrés y un deterioro físico y mental importante. Por eso, resulta vital pararse a descansar unos días e intentar desconectar para poder retomar con fuerza la organización final de la boda. Así lo hemos hecho.
Hoy vengo a hablaros de una tendencia que llevo observando desde hace ya algún tiempo. Lo cierto es que me encanta, aunque para gustos los colores y quizá alguna por aquí no esté de acuerdo. ¡Allá vamos!
Se trata de las capas, que tanto se ven últimamente en novias. Muchas de ellas, optan por ellas antes que por llevar velo o cola en el propio vestido. Y es que producen el mismo efecto de “llevar algo largo por detrás”, pero las resulta más cómodo. También las permite tener más opciones de peinado, no estando tan limitadas con el velo.
En los últimos meses, he visto tanto en Instagram como en desfiles y catálogos de novia, propuestas fabulosas en este sentido.
A veces, no es una capa como tal, no es una única pieza, sino que está montada en dos partes independientes sobre las mangas, produciendo otro efecto.
Lo cierto es que hay diseños e ideas para todos los gustos.
Incluso las novias más «atrevidas» y menos convencionales, que buscan arriesgar, se atreven con un toque de color en su capa. Sobre todo, en bodas de invierno. Suelen elegir un color nude o claro, que no rompa en exceso ni haga excesivo contraste con el blanco, como rosas empolvados o azules-verdes aguamarina.
Novias y futuras novias, os leemos. ¿Os apuntáis a esta tendencia?