La decoración de nuestra #BodaDeseada

Como ya hemos contando en varias ocasiones, nuestro lugar elegido desde el primer momento por su autenticidad y originalidad fue la finca La Estación, ubicada en la localidad segoviana de Otero de Herreros.

Un espacio único, que nos resultó increíble desde que la conocimos, y con mucha simbología, ya que se trata de una antigua fábrica de ladrillo (mi familia está vinculada al mundo de la construcción).

Cuenta con su propia estación del tren en la puerta (que sigue operativa), y que ha servido de escenario en varias escenas de películas o series como: Celia, Las Trece Rosas, La Matanza de Puerto Hurraco o uno de los anuncios de «Vuelve a casa por Navidad».

Otro aspecto importante es que al estar a tan solo 35 minutos de Madrid nos facilitaba la operativa y también el acceso de todos los invitados que se desplazaron desde la capital.

Un aspecto clave es que La Estación trabaja con uno de los mejores catering de Madrid: Artigot Catering, por lo que la calidad y profesionalidad estaban aseguradas. Y es que, para nosotros, que nuestros invitados disfrutaran al máximo del cóctel y el almuerzo era clave. Ya os lo he dicho en otras ocasiones, pero la comida en toda boda es algo fundamental, que quedará para siempre en la memoria de los vuestros, por lo que (a mi juicio) debe ser uno de los pilares básico de vuestro enlace.

Además de ofrecer productos de primera y una elaboración fantástica de todos los platos, en Artigot se ocuparon de ayudarnos con el montaje y decoración de las mesas, algo que facilita bastante esta tarea durante los preparativos.

En enero de 2020, realizamos la prueba de menú con nuestros padres en su sede (se encuentran en Madrid). Nos encantaron todas sus propuestas, pero lo mejor es que todos estábamos muy alineados, por lo que hubo acuerdo desde el principio. Algo que facilita muchísimo la elección final.

Además, durante varios meses, realizamos varias visitas a Artigot (tienen su sede en Madrid) para reunirnos con Carlota (es un encanto y nos lo puso todo muy fácil desde el primer momento. Además ha abierto su propia empresa de organización de bodas, que se llama Limbela) y elegir la decoración, tanto la forma de las mesas, mantelería, vajilla, flores de las mesas, etc.

Lo cierto es que tienen mucha variedad de formas, ideas y estilos (clásico, tropicales, rústico, boho…), pero nosotros teníamos claro cómo queríamos que fueran estos elementos. Y también nos dejamos asesorar por su buen gusto e ideas, ya que ella está acostumbrada a ver casi cada fin de semana la finca con un montaje diferente.

Optamos porque algunas mesas fueran redondas y otras rectangulares para dar variedad al espacio, y que no fuera todo tan homogéneo.

También quisimos jugar con los manteles y que fueran de dos modelos diferentes, dentro de la misma gama cromática (en tonos claritos). Por lo que unos eran lisos en color nude y otros a rayas blancas y beige oscuro.

Los bajoplatos en mimbre, las copas y servilletas en rosa oscuro para darle un poco de contraste a la mesa, ya que las flores (colocadas en jarrones bajos, para favorecer la visibilidad entre los invitados) las elegimos en colores verdes y blancos. También se colocaron velitas pequeñas por las mesas, para ofrecer mayor calidez.

Los nombres de las mesas eran títulos de canciones de Sabina, y tenían un significado muy especial para nosotros, ya que Sabina ha sido uno de los músicos que ha puesto “la banda sonora” a nuestra historia de amor, desde hace ya 15 años. ¡Por lo que tenía que estar presente de alguna forma en este día!

Las luces del techo, la cortina de luces y otros elementos florales dispuestos por la nave hacen de este espacio un lugar mágico, con un aire industrial que nos encanta.

Pocos elementos le hacen falta a este lugar para brillar con luz propia. ¡Estamos muy contentos de haber elegido este sitio, y encantados con la decoración!

Y a vosotros, ¿qué os parece? ¿Tenéis claro como queréis que sea la decoración de vuestra #BodaDeseada?