Dos vestidos, dos momentos

Siempre he sido una firme defensora de tener dos vestidos de novia para el gran día. Y es que son muchas las ventajas que le encuentro:

  • Muchas novias (sobre todo, las más indecisas) no tendrán que renunciar a nada, ya que pueden tener dos estilos, dos ideas, dos formas y cortes, por lo que no tendrán que quedarse con las ganas de algo, abriéndose ante ellas muchas más opciones.
  • Es tu gran día, te casas pensando que solo será una vez en la vida, por lo que no me quedaría con las ganas de hacer algo. Y si siempre has tenido la ilusión de tener dos vestidos diferentes, no hay mejor excusa para hacerlo que tu boda.
  • Puedes tener dos conceptos completamente antagónicos, uno más clásico o formal para la ceremonia (sobre todo, si es religiosa) y otro más chic y festivo para el baile. Muchas novias renuncian a escote o a tener aberturas cuando solo tienen un vestido, ya que no lo consideran apropiado para la ceremonia en la Iglesia o Ermita. ¡Con dos vestidos podrás tenerlo todo!
  • Tus zapatos de novia están medidos con el largo del primer vestido. ¿Qué ocurre cuando te cambias de calzado? Que esto se desajusta, pudiendo dañar los bajos del vestido. Una buena forma de no hacerlo es tener un segundo vestido pensado para ese plan B de calzado.
  • ¡Podrás reutilizar este segundo vestido! Una de las cosas que más pena nos da muchas veces sobre el vestido de novia es que has invertido mucho dinero en una pieza que no podrás ponerte nunca más y que no vas a dar más uso. Puede que eso pase con el primer vestido, pero no con el segundo. Y es que esta segunda pieza es mucho más informal y versátil, por lo que quizá la puedas dar más usos en el futuro (eventos donde pueda ser apropiado ir de blanco, fiestas de gala, veladas especiales…) sin ser tu vestido de novia principal. Incluso las más arriesgadas o osadas, podrán teñirle.

Yo para mi gran día tenía claro el estilo de ambas piezas, Por un lado, quería un vestido más tradicional (aunque sin ser clásico, ya que el punto de las hombreras y el detalle de la espalda le daba un punto minimalista, muy de mi estilo) y ya para la fiesta buscaba un vestido más arriesgado, con el que sorprender.

Para ello, aposté por dos diseñadoras que me fascinan por su trabajo y profesionalidad, como son Raquel Ferreiro (que se encargó de mi primer vestido) y Mariló de De Arroyo Atelier. a la que confié la creación de mi segundo vestido.

Mis dos vestidos. Fotos de Marina Palacios en finca La Estación

Además me parece mucho mejor esta opción que la de un vestido desmontable. Si es cierto que en los últimos años, se han puesto muy de moda por su versatilidad, pero lo cierto es que me parece mucho más ilusionante tener dos piezas distintas.

Y es que los vestidos desmontables tienen, a mi parecer, algunos inconvenientes, que he podido ir viendo a medida que ido asistiendo a bodas, tanto presencialmente, como a raíz de tener este blog. Creo que cuando el vestido está completo (con todas sus capas) para la ceremonia, tienes la sensación de ver a la novia como muy «vestida», muy llena y recargada, con muchos elementos super puestos, algo que a mi parecer no favorece ni estiliza.

Pero, como en todo, para gustos, colores. Espero que el post de hoy os haya gustado y servido de utilidad.

Y desde aquí, si estáis indecisas, os animo a que optéis por dos vestidos. ¡Una experiencia diferente y que merece mucho la pena!

2 comentarios en “Dos vestidos, dos momentos”

  1. Sin duda dos vestidazos enhorabuena!
    En mi opinión creo que es una decisión muy muy personal y que depende mucho del bolsillo de cada una. No todas tienen el mismo por desgracia. Si te lo puedes permitir adelante, pero llevar un solo vestido de novia lo hace único y por supuesto lo disfrutarás todo el día. Un día que por otro lado pasa volando ¿Por que perder un solo segundo cambiando de vestido si con el primero estás preciosa y radiante? Te casas una vez, con EL VESTIDO de tus sueños, lo demás son ganas de acumular vestidos en el armario que con toda certeza jamás te pondrás (las chicas normales no tienen cenas de gala para llevar por segunda vez su segundo vestido de novia). Un saludo, estabas muy guapa.

    1. Muchas gracias por pasarte por el blog y por tu comentario 🙂 Por supuesto, para gustos, colores y es bueno tener diferentes opiniones siempre para que se haga el debate 🙂 Yo soy defensora de tener dos vestidos cuando te hace ilusión tenerlos. Está claro que dependerá de muchos factores, tampoco creo que el precio sea determinante ya que para el segundo vestido suele haber opciones muy sencillas, versátiles y muy bien de precio, no tiene por qué ser un diseño caro ni a medida 🙂 Hay propuestas para todos los bolsillos y gustos. El enfoque de este post es un poco animar a aquellas novias que si quieren tener dos vestidos a hacerlo y no quedarse con las ganas, ya que la boda se piensa para hacerse una sola vez en la vida, por lo que animo a darse un capricho y un homenaje a las que quieran hacerlo 🙂 Me alegro mucho que te gustaran mis dos vestidos 🙂 Un beso enorme y gracias por pasarte! pd: el día pasa volando, toda la razón, pero me cambié en 5 minutos de reloj, gracias a la ayuda de mi madre, hermana y primas.

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