Muchas me escribís para preguntarnos qué nos parece el tema de invitar o no a niños a una boda porque se os plantean dudas.
Nosotros hemos ido a un par de bodas en las que en la invitación se detallaba expresamente que eran celebraciones exclusivamente para adultos. Así rezaba en la invitación para que no hubiera ninguna duda. Los argumentos que daban los futuros contrayentes eran varios:
- Así nuestros invitados con hijos están tranquilos y pueden disfrutar más del día: beber, bailar, no estar pendientes…
- Como la finca es muy grande y hay zonas de piedras, agua, así evitamos posibles peligros para los más pequeños
- Queríamos evitar el gasto de contratar a una persona que cuide de ellos
- Como nuestra familia cercana no tiene niños, hemos decidido que nadie los lleve
- Como es una boda de noche, luego es un trastorno para los padres el tema de que les entre sueño a sus hijos y tengan que irse antes o ver que sus niños se duerman por las esquinas
Lo cierto es que disfrutamos mucho de ambas bodas, pero desde aquí somos defensores de dejar a los padres tomar la decisión de si llevar o no a los niños a la boda. De dejarles libertad para poder decidir. Y, sobre todo, de darles facilidades para que puedan hacerlo si así lo desean, ya que creemos que los niños también disfrutan de este día y son una parte importante en la jornada. Sobre todo, si decidís tener pajes que se encarguen de llevar anillos, arras o flores hacia vuestro camino al altar. Una idea que nos encanta.
Es evidente que cuando los novios que van a casarse son ya padres, no existe duda: los niños van. Pero si que hay muchas parejas que se plantean ambas opciones y no lo tienen del todo claro.
Desde aquí os damos algunas ideas y consejos que esperamos que os sirvan de utilidad, en caso de que optéis por la presencia de los más pequeños en vuestra boda:
- Dejar escoger a los padres en cada caso si llevarles o no.
- Entender que cada pareja tiene su situación concreta y no se puede generalizar en ningún caso
- Pensad que cuando la boda es de un familiar, nuestros invitados no tendrán mucho margen a la hora de poder dejar a los niños con alguien cercano. Algo especialmente tedioso cuando la boda es de un fin de semana de duración.
- Comprender que la edad de los niños es un factor importante: no son lo mismo ni requieren la misma atención los bebés (que precisan más de sus padres) que niños más mayores con cierta “libertad” de movimiento
- Nos encantan las bodas con niños y niñas que hacen de pajes en las ceremonias. Además de que ellos y sus padres lo disfrutan, será algo que quede inmortalizado para siempre
- Nuestro consejo sería contratar a una persona o varias (depende del número de niños que sean) para que puedan estar pendientes de ellos, sobre todo, en la parte del cóctel y del almuerzo o cena
- Es importante que la empresa o personal que contratéis les plantee actividades acordes a su edad e intereses, que les permitan estar a gusto y entretenidos ese rato
- Conviene optar por actividades que no fomenten que se manchen ni ensucien, ya que los niños suelen llevar trajes especiales y, normalmente, de colores claros, por lo que lo mejor serían juegos más tranquilos, como puzles, rompecabezas, cuentos, etc.
- Al margen de un cuidador, una idea que nos parece muy chula y diferente sería poder contar con un payaso para que les divierta y haga reír
- Resulta muy evidente optar por menús de niños para los almuerzos y cenas, pero no tanto, que haya algún pincho especial para ellos durante el cóctel. Un punto diferenciador, con el que marcaréis la diferencia.
- Entregad a los niños un pequeño regalito lo antes posible, así estarán entretenidos desde el primer momento. Además os recomendamos darles unas bolsas de chuches (estas al termino de la comida o cena).
- Hay parejas que ya optan por un servicio de cuidadores desde el momento de la ceremonia para evitar que los más pequeños estén aburridos e inquietos durante este tiempo, que se les suele hacer más pesado a los niños, sobre todo, a los más pequeños.
Pero, como en todo, el debate está servido. ¿Qué opináis? ¿Os gustan más las bodas con o sin niños? ¿Limitaríais su presencia?