Para los meses de más frío (aunque es cierto que cada vez hay menos normas escribas y se podría optar por él en cualquier momento del año) nos parece una opción perfecta optar por un vestido de novia con cuello cisne. Se trata de un cuello alto, ceñido y cerrado, que cubre completamente el pecho y todo o gran parte del cuello. Nos parece una opción clásica, elegante, que estiliza la figura y ofrece un aspecto muy sofisticado. ¡Nos encanta!
Esta temporada además se posiciona como uno de los cortes más buscados y deseados. Los motivos son muchos: es muy versátil, resulta cómodo (ya que no tendrás que preocuparte de que se te vea más de la cuenta si es lo que quieres), es un corte sencillo a la hora de localizar el body, facilita la elección de complementos, ya que hace que se tenga que apostar por pendientes en lugar de collar o gargantilla, al ir cerrado.
Además se adapta a distintos estilos de vestidos de novia. Y es que este tipo de cuello se puede aplicar a diferentes modelos (vintage, minimalista, clásico, romántico, boho, etc) y con distintos tipos de tejido (liso, vaporoso, de encaje, satinado…) y diseños (con flecos, plumas, con capa, se puede jugar con transparencias…).
Permite que el vestido pueda llevar o no mangas, por lo que sigue favoreciendo multitud de opciones y alternativas.
Lejos de parecer una opción demasiado tradicional y seria, gracias a la versatilidad de formas, estilos e ideas, se consolida como una opción única, muy cuidada y atemporal, que no pasa de moda. Y que no tiene por qué resultar clásica en exceso si se adapta y se utilizan los diseños, tejidos y cortes apropiados. Digamos que se puede llevar cuello cisne en un vestido de novia sin pecar de excesivamente tapada. Una idea sería oprtar por un vestido sin mangas, tejidos semitransparentes en la parte del busto, por ejemplo. Hay infinidad de ideas.
Hoy os dejamos algunos ejemplos por si os gusta y queréis tomar nota. ¿Qué os parecen?