Cada vez más novios, sobre todo, los más jóvenes, o aquellos novios cuya boda está formada mayoritariamente por gente joven, optan por este tipo de celebración, en la que el almuerzo o cena no es sentados en mesas, sino de pie en formato cóctel.
Lo cierto es que hay muchos detractores de esta fórmula, que consideran demasiado moderna y arriesgada, pero lo cierto es que cada vez gana más adeptos. Los motivos:
- Son más frescas y dinámicas
- La gente que lo desee puede seguir sentándose de manera informal en las sillas altas de las mesas de apoyo
- Están pensadas en bodas no muy grandes, con no mucha gente, en las que los novios buscan que todo el mundo hable entre sí y se relacionen de mayor modo
- Los córners con infinidad de propuestas diferentes de comida favorecen este tipo de formato
- Evitaréis el trastorno que muchas veces supone la colocación de invitados en mesas
- Se pueden probar muchos más bocados que solo habiendo cóctel. Y es que muchos novios a veces se quedan con las ganas de que sus invitados prueben más cosas, por lo que deciden alargar el cóctel. Pero cuando eso sigue siendo sin ser lo que buscan y desean más opciones que ofrecer
- Se puede jugar más con la propuesta gastronómica, crear e innovar más
- Se evita el desperdicio alimentario que muchas veces se da con los menús de boda cerrados, concebidos para tomar sentados, y a los que los invitados llegan llenos del cóctel
Y a ti, ¿qué te parecen? ¿Optarías por esta modalidad en tu #BodaDeseada?