¿Te casas próximamente? ¿Estás hecha un mar de dudas sobre tu vestido de novia?
Porque es algo que suele pasar y sucede a muchas.
Te ayudamos a centrar un poco el tiro: por dónde empezar, aspectos a tener en cuenta, recomendaciones. ¡Porque nos gusta estar muy muy cerca de las futuras novias! ¡Porque sabemos lo importante que es que encontréis testimonios que os sirvan de ayuda en diferentes espacios!
¡Comenzamos!
- Saber si vas a optar por un vestido ya confeccionado o por uno hecho a medida para ti. Ambas modalidades tienen sus ventajas. Nuestra recomendación es que analices pros y contras y determines la que más se ajusta a lo que estás buscando. Nosotros somos fans de los vestidos creados de cero a medida, ya que el proceso de creación del vestido más importante de tu vida es una experiencia única y mágica, a la que siempre animamos disfrutar. Aunque entendemos que haya novias que opten por modelos ya existentes que se ajustan a lo que buscan. Tampoco descartes vestidos de marcas low cost, si buscas opciones más informales, versátiles y económicas.
- Calcular los tiempos que necesitarás y las pruebas que se precisa en cada una de las modalidades para sentirte tranquila y sin agobios en este sentido: el ideal sería unos 6 a 9 meses de antelación, si ya está confeccionado, y entre 9 y 12 meses si te lo van a hacer a medida. No recomendamos más tiempo que ese, ya que sino tienes más margen para darle vueltas y generarte dudas innecesarias.
- Conocer muy bien no solo tus gustos, estilo y personalidad, sino tu cuerpo y saber lo que le sienta bien y favorece (tejido, forma, corte…), ya que no siempre lo que a una le gusta es lo que le queda bien. Por eso, vemos fundamental dejarse asesorar de profesionales que conozcan el cuerpo de la mujer y saben lo que mejor le sienta y resulta en cada caso.
- No dejarte llevar por tendencias efímeras, que luego pasan, sino que nuestra recomendación sería optar por diseños más atemporales, que envejezcan bien al paso del tiempo y con los que pasados unos años no te veas rara.
- Define un presupuesto para el vestido solamente, que te sirva para organizarte y tener claro el coste que destinarás a esa partida. También hay que tener en cuenta el presupuesto que tendrás disponible para el resto de accesorios y complementos: lencería, bata y camisón, zapatos, joyería…
- Aunque puede parece algo evidente, no siempre se presta atención. Además de escoger un vestido acorde a la estación del año, horario de la boda, también tienes que prestar atención al espacio, tipo de boda, estilo de la misma. Ya que no es lo mismo un vestido para una ceremonia religiosa en la cuidad, que para una ceremonia informal en verano en el campo, por ejemplo.
- Aunque también puede resultar algo obvio, recomendamos la comodidad por bandera, que te sientas tú misma, natural y cómoda en todo momento. No es el día de arriesgar.
- Visualiza todo el look completo desde el principio. Luego irás componiendo todo de una forma más precisa, al ir incorporando los diferentes elementos, pero siempre es bueno hacer previamente un ejercicio de visionado, que te permita hacerte una idea inicial de lo que pretendes buscar y cómo quieres verte.
- No vayas con demasiadas personas a la prueba de vestido. El ideal es ir con una o dos personas, ya que cuantas más van, menor acuerdo hay y más complicaciones te generará. Recuerda que el vestido es tuyo, tú vas a lucirlo, por lo que siempre la última palabra será tuya.
- No te desanimes si las primeras pruebas no salen como esperabas o si no encuentras pronto nada que se ajuste a tí. La decisión del vestido de novia es importante y no hay que verlo como un fin en si mismo pronto, sino como un proceso que lleva tiempo.
¿Qué os parecen? ¿Os ha servido de ayuda? Esperamos que si. Contadnos vuestro caso. ¿Sabes qué tipo de estilo quieres? ¿Te lo comprarás ya confeccionado o te lo harás a la medida?