Es una realidad: los trajes de novia que pueden desmontarse se han consolidado fuertemente en la industria de las bodas desde hace años.
Los motivos resultan evidentes: permite a la novia lucir varios looks diferentes el día de su boda sin despojarse totalmente del vestido de sus sueños. Vestido en el que ha invertido un gran presupuesto e imaginación, y que ha creado con gran cariño e ilusión.
Y es que es un hecho: no existe la necesidad de comprar dos diseños distintos (uno para la ceremonia y otro para la fiesta), sino que hay fórmulas como esta de la que os vamos a hablar hoy que integran la versatilidad, comodidad y economicidad que siempre se busca.
Hoy queremos hablaros de las sobrefaldas desmontables. Una idea que nos parece estupenda para todas aquellas que deseen una larga cola para la solemnidad de la ceremonia, pero que luego buscan bailar cómodas en la celebración. ¡Siempre sin renunciar al estilo y la elegancia!
Sin duda, un elemento que hará que vuestro look sea totalmente diferente e innovador, pasando de un vestido más ceremonioso y distinguido a uno más informal y festivo, sin renunciar a vuestro gran outfit de novia. Como vestido único, que mantendrás siempre.
Os dejamos algunos ejemplos que nos encantan para que veáis las infinitas posibilidades que ofrece esta modalidad.
Como veis, se adapta a diferentes estilos, tejidos y diseños, por lo que tanto si optas por tejidos lisos, encajes, modelos románticos, boho, etc. o cortes rectos, princesa, en A o sirena, te verás favorecida y con ese plus de tener un vestido “2 en 1”.
La sobrefalda además puede ser del mismo tejido y estilo que la pieza princiapal (el vestido en sí) o diferente. Todo va en gustos. Nos entusiasman ambas alternativas, dependera del efecto que quiera dar a su look la ovia: más homogéneo o rompedor.
¿Qué os parecen?
