Si me hubieran preguntado hace algunos meses por la idea de realizar unas segundas invitaciones con la nueva fecha de la boda (recordemos que la nuestra es una de las bodas del Covid que fueron aplazadas) hubiera dicho que no.
Pero lo cierto es que desde hace algún tiempo, llevo dándole vueltas, ya que no me quedaba conforme al no hacerlas. No quería dejar pasar la oportunidad de tener un documento en el que apareciera la nueva fecha y datos de esta #BodaDeseada.
Y es que, como todo en la vida, es mejor arrepentirse de hacer algo, que no hacerlo. Al menos, soy de esa opinión. Así que me puse a buscar argumentos que apoyaran mi idea:
- Quiero tener un recuerdo de la invitación de nuestra “segunda boda”. Al fin y al cabo, va a ser la definitiva
- Deseo poder enseñar a nuestros hijos y nietos las dos invitaciones y contarles la historia del aplazamiento y todo lo que hemos vivido
- Es una partida en el presupuesto que podemos asumir, ya que no requiere una inversión demasiado grande en comparación con otras
- Por mucho que la gente se empeñe en ser digital, reconozco que, para muchas cosas, aún me considero analógica. He de decir que para algunos elementos, como este, no hay nada como el papel
- Nos gustaría revivir el momento de entrega de las invitaciones. Creo que si algo hemos aprendido de la pandemia es valorar y disfrutar aún más de estos momentos con la gente que queremos y nos quiere
Por todo ello, decidí a hacer unas nuevas. Me puse a buscar un nuevo diseño que me entusiasmara y di con la web de Cristina Quidiello, que han sido los encargados del diseño de nuestras invitaciones de boda. ¡Y no podemos estar más contentos con la elección!
Se nota que disfrutan de lo que hacen, que les gusta compartir cada experiencia con los novios y que, para ellos, lo más importante es realizar pedidos ¡con mucho amor!
Diseñan invitaciones de boda de diferentes colecciones, desde propias más clásicas y sencillas, a otras relacionadas con flores, paisajes, viajes, cine, e ideas originales como el formato fotomatón, con las que da respuesta a los gustos y estilos de todas las parejas.
Además de los modelos establecidos, Cristina Quidiello ofrece un servicio de diseño totalmente personalizado para que podáis crear de cero vuestra invitación de boda, haciendo que sea única y muy especial.
Podréis completar la invitación con sellos, sobre, forros y otros tarjetones informativos (planos llegada a la boda, tarjeta número de cuenta, etc.) de tal modo que recibiréis todo el pack completo con todos los elementos que necesitáis.
Un servicio que resulta muy útil es el asesoramiento que ofrece a novios, a los que informa de los diferentes pasos que dar a la hora de elegir el diseño, forma, estilo, tamaño, elementos, etc. de las invitaciones, y que está pensando para que les resulte una tarea atractiva, sencilla, con la que disfrutar del proceso. Cuenta con una interfaz muy clara, que invita a hacerlo.
También disponen de todos los elementos de papelería que se necesitan en vuestro gran día, como minutas, seatting plan, libro de formas, láminas decorativas, etc. El objetivo es que todos los elementos vayan en sintonía y sigan una temática e idea creativa común.
Además de su página web, os dejo su perfil de Instagram para que podáis ver parte de su trabajo. Un trabajo en el que la exquisitez y el gusto por los detalles son sus grandes bazas.
Desde este blog, os recomiendo mucho sus servicios. Estoy segura que sabrán plasmar en la invitación toda vuestra esencia como pareja y la de vuestra boda. Además hasta el próximo 10 de marzo tienen un 10% de descuento en las colecciones de invitaciones de su web. ¡Aprovecha esta interesante oferta!
Y tú, cuéntanos si ya tienes invitación, si vas a ser de las parejas Covid que tengan una segunda invitación… ¡Os leemos!
Preciosas y finísimas, me encantan estas invitaciones 🤩 La papelería parece que no pero si que es importante, y marca la diferencia de una boda que mima los detalles. La idea de adjuntar mapas, horarios etc me parece súper práctica e ideal. Si que es verdad que a modo de crítica constructiva y siempre desde mi humilde opinión, creo que los tarjetones con el n° de cuenta son de mal gusto. Aunque es muy práctico y cada vez más parejas los utilizan, a mi no me hace la misma ilusión recibir una invitación de boda con el n° que sin él. Sin él siento que soy una persona especial en la vida de los novios, de la otra manera creo que me invitan pero que en el fondo lo que más les interesa de mi es que les financie una parte de su día soñado y de un viaje que alomejor yo no podré hacer nunca. Por norma social está claro que voy a aportar por lo menos mi cubierto, del mismo modo que no voy a ningún cumpleaños sin regalo, pero que dejen que salga de mi. El que quiere regalar regala sin necesidad de ensuciar la invitación con un n°de cuenta, y el que va de gorra no dará nada aunque se lo pongas en negrita. Pero es solo una opinión. Un abrazo, el post ha sido precioso 😘
Gracias por pasarte por el blog, por tu comentario y opinión! Nos alegra que te haya gustado la entrada. Un abrazo.