Hemos tenido un fin de semana estupendo y muy completo en la finca Aal Cachucho, un Hotel rural, ubicado en medio del campo, en un espacio de 6 hectáreas en San Agustín de Guadalix, en Madrid.
Naturaleza, relax y desconexión hacen las delicias de este sitio! Ideal para escapar de la cuidad un fin de semana. ¡Y también para celebrar tu boda o evento!

Y no una boda cualquiera, sino un enlace con mucho, mucho encanto. ¡Con una magia especial! En un entorno único, tranquilo y con las mejores vistas. Rosas, lavandas, luces de guirnaldas…¿Preparado?
¡Os damos la bienvenida a la finca Aal Cachucho! Donde podrás tener una boda campestre a tan solo un paso de la capital. Si quieres una celebración de ensueño, ofrecer a tus invitados un oasis de paz y tranquilidad, este es tu sitio.


Y es que esta finca privada es preciosa y tiene unas maravillosas vistas, por lo que es una opción muy interesante si buscas un espacio diferente para tu gran día. Su atención personalizada hará que sintáis el mayor confort durante toda vuestra estancia.
Está ubicada en un entorno de ensueño, con diferentes jardines, terrazas y estancias con un encanto singular, por lo que son posibles bodas en invierno, verano, interior o exterior, de diferentes capacidades.
Y es que la versatilidad y flexibilidad son algunas de sus señas de identidad. Ofrecen espacios diferentes, que se adaptan a cada tipo de encuentro, desde fiestas familiares más exclusivas hasta grandes celebraciones de 250 personas, e incluso eventos de grandes empresas.


También disponen de zonas pensadas para todos los momentos: bienvenida de asistentes, cóctel, celebración, fiesta, así como el alojamiento.


En este sentido, la casa rural cuenta con 7 habitaciones, donde os podréis preparar para el gran día y alojar a vuestros invitados más cercanos, así como piscina de agua salada. ¡Sin duda, un plus extra, que seguro marca la diferencia entre vuestros invitados, que valoran este tipo de experiencias inolvidables!

Todas las habitaciones son diferentes entre sí, no hay una igual a otra, cada una tiene su esencia, su decoración e identidad propia. Pero todas están a pie de jardín y cuentan con su terraza privada.
Destaca también su cuidada oferta gastronómica y de calidad. Ofrecen la posibilidad de contratar caterings premium especializados en bodas, que cocinan in situ en la finca: “El Laurel de Elena y Lola”, “Norema Salinas” y “VE-GA”. Cada uno con un estilo y servicio propio para que podáis escoger el que mejor se adapta a vuestros gustos y necesidades.


Trabajan codo con codo con profesionales del sector que suman muchos años de experiencia para que todo salga perfecto, y además son una finca pet-friendly, por lo que, si queréis disfrutar de la experiencia con vuestra mascota, podéis hacerlo. Asimismo, cuentan con alternativas de decoración y rincones de detalles que os permitirán personalizar vuestra boda como deseéis.
Así que ya sabéis, si estáis buscando una finca rural con ese punto chic para casaros es vuestro sitio. ¡Echad un vistazo a su página web! Y mejor aún, concertad una visita presencial. Estamos seguros que os encantará. Os dejamos aquí su contacto.


Nuestra experiencia de fin de semana
Además de para bodas, la finca Aal Cachucho es un sitio perfecto para pasar un fin de semana en el campo. A nosotros nos sirvió para desconectar de la vorágine del día a día, del ritmo frenético de Madrid y de la rutina. Era justo lo que buscábamos. Un sitio cercano a la capital, donde poder desconectar. Paseos carga pilas, rutas tranquilas senderistas por la zona, la mejor gastronomía y ratos en familia. Todo ello en un alojamiento muy especial, cuidado, donde se presta atención a los detalles y donde nos sentimos excelentemente atendidos en todo momento.

De ello, se encargó todo el personal, así como las dueñas de la finca, Anita y su hija Cassandra, quienes nos mimaron durante toda nuestra estancia. Estuvimos alojados en su suite Natura, con una decoración en tonos neutros muy elegante, sofisticada, que nos encantó.

Además nos hicieron un interesante recorrido por todos los rincones de la finca, donde pudimos apreciar la calidez y versatilidad de todos los espacios, así como las numerosas opciones que se plantean para diferente tipología de eventos, al contar con diversas salas y lugares, ideal para bodas y otros actos, tanto en invierno como en verano.


Nos encantaron sus jardines (en especial, me enamoró su jardín del estanque, con un maravilloso estanque, donde visualizamos a la perfección el cóctel de una boda) así como su carpa de circo, tan original e innovadora, donde poder celebrar esa fiesta tras el almuerzo o cena en la boda, o un evento corporativo. ¡Nos pareció super especial!






También su piscina, que abrirá el próximo 1 de marzo, y que resulta un reclamo adicional en la finca, y que suele gustar mucho a los invitados, que disfrutan al máximo de ella con el buen tiempo.

También nos explicaron que para que la experiencia sea única y de lo más especial, íntima y cuidada solo atienden una boda al día, salvo eventos más reducidos y minis, que podrían llegar a celebrarse hasta dos, dadas las posibilidades y dimensiones de los espacios.
En este sentido, Cassandra nos indicó como, tras la pandemia, se reinventaron y crearon el concepto de “small weddings” para poder dar cabida a bodas y celebraciones más pequeñas que en muchos otros hoteles y fincas no son posibles, lo que posiciona a la finca Aal Cachucho como una opción real para eventos boutique, más pequeños. Sin duda, una muestra de cómo se adaptan a las necesidades de los clientes.

Otro punto que nos ha encantado es cómo han atenido mis necesidades desde el principio. En cuanto comenté que buscaba y deseaba que me realizaran un masaje para desconectar un poco me recomendaron y pusieron en contacto con Elisabeth Aline, terapeuta con una dilatada experiencia en la Escuela Japonesa de Shiatsu y en la Fundación Sauce, que me realizó un masaje reparador y equilibrante que me sentó fenomenal. ¡Desde aquí recomiendo mucho su trabajo!
Si vas a acudir a la finca y también deseas un masaje, puedes concertarlo con ella, ya que se desplaza hasta allí para brindártelo, ya que es un servicio que acaban de incorporar. Yo así lo hice y Elisabeth vino a darme el masaje a la habitación donde yo estaba alojada este fin de semana. ¡Sin duda, una experiencia muy recomendable!
Y es que es experta en diferentes técnicas tradicionales japonesas, que incrementan el poder auto curativo del cuerpo. Además de disfrutar de un momento de relax y bienestar tan necesario en los tiempos que corren, esta terapia te ayuda a equilibrar tu metabolismo y tu estado emocional.
Te invito a que eches un vistazo a su web con todas sus opciones de tratamiento, que cuentan con un enfoque holístico y preventivo, y que tienen como objetivo común mejorar la circulación de la energía el cuerpo, con los consiguientes beneficios en el bienestar físico, mental y emocional.


Por todo ello, desde aquí os recomiendo mucho este espacio. Calidez, naturaleza y cuidado son sus pilares y su esencia. Ahora te toca a ti descubrirlo en primera persona.