No todos los novios recurren a esta figura, bien porque quieren encargarse ellos de todo el proceso en primera persona, sin delegarlo, bien por temas de presupuesto, bien porque no terminan de ver esta necesidad.
Lo que es cierto hoy en día es que contratar a estas figuras cada vez está más a la orden del día para muchos.
Los motivos son evidentes: estas personas son expertas en la materia, conocen a multitud de proveedores (y lo que ello conlleva), se ajustan a las necesidades y demandas concretas de los novios en cada caso, facilitan toda la operativa y gestión de la boda, quitan esa gran carga mental a la pareja, ofrecen credibilidad, confianza y tranquilidad a los contrayentes que contratan sus servicios. Y, sobre todo, se encargan de que todo salga según lo previsto en el día “B”.
A mí me encanta organizar y planificar, de hecho, por mi trabajo en una agencia de comunicación parte de mi día a día profesional consta de esa tarea. Por lo que no quería delegar los previos para mi gran día. Además, siempre me ha encantado y he disfrutado muchísimo haciéndolo para otros, por lo que hacerlo ahora para mí, se me antojaba aún más divertido y un reto. Me ayudó mucho todo lo que aprendí en el Máster en Protocolo y Organización de Eventos que realicé al finalizar mi carrera (periodismo).
Por lo que, nosotros no contamos con esta figura de Wedding Planner, ya que queríamos encargarnos nosotros personalmente de todo: de la búsqueda de proveedores, contratación, del proceso, del seguimiento de temas, etc. Pero es algo que va por gustos y opiniones.
Pero para darnos apoyo el día de la boda sí contamos con la ayuda del personal del espacio (la finca) donde nos casamos. Sin duda, una ayuda fundamental, ya que se encargaron de facilitarnos todo ese día. Y esto es algo imprescindible, que haya una (o varias) personas que el día del enlace estén pendientes de que todo salga bien y de los detalles: coordinar los diferentes momentos, avisarnos de cualquier cosa que sucede o tiene que suceder, etc.
Para aquellos que si quieran optar por los servicios de una Wedding Planner, a continuación os dejamos algunos consejos que pensamos que son interesantes, por si os sirven de ayuda:
- Más allá de la calidad del servicio, el feeling que sintáis con ella es fundamental: vais a pasar muchas horas juntos en los próximos meses (tanto en persona, como por llamadas y mails) por lo que se hace necesario que exista una buena sintonía y conexión personal y emocional. Además, vais a confiar en ella para uno de los días más importantes de vuestra vida, por lo que, sentiros a gusto y cómodos con ella a todos los niveles es realmente imprescindible.
- El boca a boca es muy importante: cualquier recomendación que venga de alguien en quién confiamos siempre es un “must”. Pero más si se trata de la garantía de éxito para vuestro gran día.
- Comparad varios proveedores: no solo para ver el tema precio, sino para ver condiciones, ya que no todos trabajan con las mismas y es importante tenerlo claro desde el principio. Buscad, comparad y elegid.
- Realizar un buen briefing es vital: antes de poneros a trabajar mano a mano con ella trabajad mucho en la parte previa de sentaros personalmente con ella, decirla cómo sois, vuestro estilo, gustos, intereses, aficiones para que os conozca bien y pueda diseñaros una boda a medida ad hoc para vosotros. También es muy importante fijar desde el primer momento aquello que buscáis, vuestros imprescindibles y limitaciones para que quedan muy claros desde el primer momento y evitar posibles futuros malentendidos.
- La comunicación resulta clave: si hay algún aspecto del que queréis encargaros vosotros por el motivo que sea, habladlo con ella para que lo tenga en cuenta desde el primer momento. No supone ningún problema, ya que suelen ser muy flexibles y adaptarse a las necesidades y demandas de los novios, pero conviene saberlo desde el principio.
¿Qué os parecen estos consejos? Contadnos si vais a contar con Wedding Planner para vuestra #BodaDeseada o no.