Los bordados son una bonita forma de arte, en la que convergen una gran labor ancestral y una elevada expresión artística. Hay verdaderas artistas de esta técnica, quienes, a través de diferentes tipos de hilos, agujas, texturas y tejidos, plasman diseños realmente espectaculares.
Hoy en día existe un gusto por la exquisitez de los bordados y todo lo que reflejan y representan: cuidado, gusto por los detalles, mimo, saber hacer…valores muy apreciados por muchas mujeres.
También por las novias, que los integran para su gran día.
Son muchas las maneras de hacerlo:
- En tu vestido de novia: un toque final al vestido o velo para que el diseño sea único y más especial si cabe. Hace algunos años, la tendencia era bordar la fecha de ese día, las iniciales de los novios, o las de algún familiar querido. Hoy en día, han surgido nuevas ideas como puede ser bordar elementos representativos por algún motivo para la novia, su relación, familia, etc. No somos demasiado fans de que estos bordados sean visibles, ya que somos más de vestidos con tejidos lisos, por lo que preferimos que estos bordados sean en el interior del vestido o en una parte no demasiado visible. ¡Pero esto va en gustos!
- En el velo: hay velos que son auténticas joyas y obras de arte bordadas artesanal y a mano. Las novias más tradicionales no renuncian a este tipo de piezas en su gran día, reflejando su gusto por los valores más clásicos. Hay velos de bordado artesanal, velos con bordados a mano
- En otros elementos: en los bastidores para llevar tus alianzas se suelen bordar las iniciales de la pareja, también en pañuelos con una dedicatoria bordada, pensados para regalar a tu padre/padrino, testigos… Una tendencia es regalar a tus invitados bordada la servilleta con sus iniciales. Es una forma bonita de personalización y sitting en la mesa y también de detalle posterior.
- Una idea para futuras bodas que, sin duda, veremos mucho en bodas de 2025 será que los novios opten por bordar la mantelería de cada una de las mesas con elementos que hablen de ellos, de sus gustos, personalidad, intereses, profesión… o incluso elementos que definan a los invitados que forman parte de esa mesa de algún modo. Una forma bonita de personalización, en la que se da un paso más.
¿Qué os parece?